Para los alumnos que asisten a la escuela Nº 38 ubicada en Rincón de Cololó no es novedad trabajar en ciencias y en robótica porque junto a su maestro Sebastián Gadea lo vienen haciendo desde hace varios años y han recibido varios reconocimientos en las ferias que se realizan, pero finalmente este año llegó el 1er. premio en la Olimpiada de Robótica.
Gadea señaló a Crónicas que “es un trabajo que hemos hecho durante todo el año, aunque ya trabajamos en esta temática desde hace 5 años.
Además de la tarea curricular llevamos adelante los talleres de robótica y siempre hemos participado en las Olimpiadas. En el 2019 obtuvimos el 3er. premio, el año pasado logramos el 3er. premio en Programación y este año obtuvimos el 1er. premio en Robótica, lo cual es una alegría para todos quienes integramos la familia de la escuela.
En esta ocasión presentamos dos proyectos de Robótica y uno de Programación, y aunque en el ganador figuran sólo 3 niñas porque así se debe presentar, los 8 escolares que integran nuestra escuela trabajaron en el mismo.
Las alumnas de 6º año Samira Blanco, Mía Santos y Lucía Gadea estuvieron al frente del proyecto ganador, pero todos tuvieron algo que ver en el mismo.
Este año la propuesta de las Olimpiadas de Robótica podía ser sobre los temas como medio de transporte o comunicación. Los chicos eligieron esta última propuesta y crearon un lazarillo electrónico que simplificara la salida y también la movilidad de aquellas personas con baja visión. Fue una silueta de un perro que los podía llevar sin ser entrenado al lugar que ellos querían, teniendo sensores que hacían que este se detuviera donde había objetos y a su vez puede reconocer los semáforos.
Este premio es un gran aliciente por todo lo que hemos trabajado en estos años. Aquí además de la propuesta del proyecto en sí mismo hay toda una tarea detrás con creación de un video, los escolares deben aprender a defender su propuesta y además esto nos permite fortalecer el trabajo de la escuela rural, demostrando de esta manera que podemos trabajar como cualquier otro centro y tener las mismas oportunidades.
Nuestro agradecimiento a Ceibal que nos envía todos los equipos, del Centro de Tecnología de Soriano, a la maestra dinamizadora Jacqueline Chipoliti y a los padres de los escolares que también tienen mucho que ver en todo esto.
El premio más grande que tenemos nosotros como docentes es alentar a los chiquilines a desarrollar estos proyectos, que son reales, tangibles y que en definitiva está dirigidos a hacer un aporte a la comunidad”.